viernes, 12 de diciembre de 2008

ESLOVENIA Agosto/87





RUTA POR ESLOVENIA

Entre los Alpes y el Adriático


Eslovenia es distinta, no se parece en nada al resto de las antiguas repúblicas de la ex-Yugoslavia. Tiene caracteres propios derivados de la posición entre los Alpes y el Adriático, entre el Danubio y Venecia, entre los Balcanes y Occidente.
Está considerado como uno de los países más bellos de Europa. Quizás por su naturaleza intacta y pura.
Con solo 45 kilómetros de costa, mirando hacia Italia, en Trieste. Linda con ésta, con Austria, Hungría, y Croacia



Ya en la frontera se notaba que entraba en un país del bloque comunista. Tres horas de espera y el tren en el arcén. Mientras la policía, con esos trajes que imponen, registraban y pedían el pasaporte a todos los viajeros.

Liubliana fue mi primer destino, capital de este pequeño país, está situada sobre una pequeña colina. La ciudad está dominada por una antigua fortaleza, desde la cual se disfruta de unas vistas magníficas. Aquí se extiende la ciudad antigua, donde se pueden admirar algunos edificios
barrocos, como la iglesia de Santiago y la de San Florian.
Su río serpenteante, el Ljubjanica, atraviesa la ciudad de extremo a extremo, dejando a ambas orillas, encantadoras callejas, donde el paseo es casi un placer obligatorio.


Llama la atención, cuando al cambiar divisa, concretamente dólares a dínares, el personal del banco de forma detallada anota el número se serie de cada billete, para su posterior control.
La visita a los mercados que se reparten por distintas zonas de la ciudad, nos transmite su forma de vida, sus costumbres, su folclore. Las ancianas, ataviadas con pañuelos coloridos, los señores de negro, y en los puestos, grandes recipientes lleno de un apetitoso queso fundido, que de forma muy agradable nos lo hacen degustar.


A solo una hora de camino hacia el norte nos dirigimos al mágico Bled. Es un pequeño pueblo rodeado de grandes montañas y un hermoso lago. Lago misterioso, donde en el centro se sitúa una pequeña isla, de ella emerge una iglesia, donde su torre parece flotar entre las aguas cristalinas.



Junto al lago, una impresionante colina, nos invita a subirla. En lo alto, un castillo destaca por su esbeltez. Desde aquí la vista es espectacular. A lo lejos, los grandes picos de los Alpes sobresalen por encima del lago. El verdor de los bosques es intenso, los ventanales de las casas cos sus flores rojas destacan, y en el lago, el reflejo de la iglesia sobre el agua nos muestra una imagen inolvidable.

Rodeando al lago, son decenas de caminos los que se adentran a pequeños bosques frondosos.
Tenemos suerte, Bled está de fiesta. Las bandas de música desfilan por sus calles. Los tenderetes nos atraen con suculentas comidas. Los habitantes de la zona visten con sus trajes típicos. Ellos bailan, cantan, comen y se divierten. Nosotros brindamos por un excelente día, día perfecto en un bello lugar perdido por aquellas montañas alpinas.

Nuestro último destino, las misteriosas cuevas de Postojna nos descubren la grandeza con que la naturaleza nos puede sorprender. Aquí un endémico animal denominado hombre pez y de nombre científico (Proteus anguinus), vive en las subterráneas aguas de estas cuevas. Es el único pez con cuatro patas existente en el mundo. También destaca las extraordinarias formaciones de piedras y agua que conforman parte de la estructura de las cuevas. Estas fueron por primera vez visitadas en el siglo 13 y está formada por un sistema subterráneo de 20 kilómetros de longitud. Es la más grande visitable del mundo.

En la entrada un pequeño tren, nos acercará durante cinco kilómetros a las entrañas de esta montaña, a partir de aquí el recorrido lo haremos a pie


Recostada sobre los Alpes, Eslovenia es un hermoso país. Tiene glaciares, playas, cultura, arte medieval, grandes estalagmitas, castillos y lo mejor, es pequeño y se puede visitar todo esto.

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