martes, 29 de abril de 2014

Ruta por las Beiras, Portugal (partte II) Abril/14

  Viene de Parte I

http://antonio-bueno-todosmisviajes.blogspot.com.es/2014/04/ruta-por-las-beiras-portugal-abril14.html



Ya vimos unas fotos, con lo que preferimos ajustar el presupuesto.
El retablo de la capilla mayor es gótico flamígero del siglo XVI y curiosamente muchos de los azulejos que decoran el templo son de origen hispanos-árabes de 1503 del taller de un sevillano, Pedro de Guijarro.
 


Siguiendo por las empinadas cuestas nos dirigimos ahora hacia el corazón universitario, su Universidad con mayúsculas.
Un bello complejo de una serie de  magníficos edificios del siglo XVI-XVIII, todos ubicados alrededor del patio das Escolas. Fundada en Lisboa en 1290 fue trasladada al Palacio Real de Coimbra en 1537.
  


La entrada al recinto la podemos hacer por la elegante Porta Férrea.


Hemos tenido suerte, todos los estudiantes ataviados con sus capas de universitarios están de fiesta, muchos se graduarán en ese día. El ambiente estudiantil se respira en cada rincón del recinto. 



En la plaza central hay una gran estatua de Joao III, ubicada junto a una balconada con espectaculares vistas sobre toda la ciudad de Coimbra.



El elemento que más destaca en la plaza es el campanario del siglo XVIII, conocido con el nombre de “la cabra” porque cuando sonaba la campana para indicar el final de las clases, los estudiantes del primer curso eran víctimas de las novatadas de los estudiantes más veteranos, a menos que se marcharan corriendo a sus casas saltando como las cabras.



Desde el mismo patio podemos acceder a la capilla de San Miguel, con un techo pintado de varios colores vivos y un órgano barroco dorado.


Subiendo unas escalinatas ubicadas a la derecha se llega a la solemne “sala de los graduados”, antigua sala de exámenes, cuyas paredes están adornadas con retratos de los reyes de Portugal.



En el otro lado, la biblioteca de Joanina. Contiene una amplia colección de libros antiguos, relacionados  principalmente con temas sobre derecho, teología y filosofía.
De estilo barroco, se construyó en 1717 bajo el reinado de Joao V.  
Junto a la biblioteca, una amplia terraza nos deparará excelentes vistas sobre el río Mondego y el casco viejo de Coimbra,
   


Abandonamos ya el recinto universitario, sin dejar de ver a todos los estudiantes preparándose para su fiesta de graduación. Al salir, no podemos evitar mirar hacia atrás, y disfrutar de las vistas de tan magníficos edificios.
Seguidamente nos dirigiremos a la Catedral nueva, Construida por los jesuitas en 1598.



Su fachada se construyó en dos fases, la primera en etilo clásico y la segunda en estilo barroco. Posee en una pila bautismal manuelina originaria de la catedral vieja. 


Muy cerca de la catedral, nos adentraremos en las curiosas callejuelas del barrio de las “repúblicas”. Estas calles poseen muchas casas donde viven los universitarios, y a cada una de ellas las han bautizado con el nombre ficticio de alguna república imaginaria.



Por ejemplo en la calle de “las matemáticas” nos podemos encontrar con las repúblicas de “dos Incas”, “dos fantasmas”, “rapo-taxo”, “ras-te-parta”, “galifoes”…
A cada paso respiramos ambiente estudiantil. Son calles estrechas y forman parte del casco histórico de Coimbra.




Poco a poco vamos descendiendo hasta la parte baja de la ciudad, cercana a la plaza del comercio.



Esta zona bien distinta de la monumental, está cargada de un ambiente de tiendas, bares y restaurantes (todos los que ayer noche estaban cerrados).  Unos vinos de la zona y unas cañas vienen bien para aplacar la sed, por solo, algo más de un euro.
Es mediodía, y en las calles se mezclan los turistas con los nativos de Coimbra.  Como un día cualquiera, los habitantes de la zona entran en sus comercios para llenar las cestas de frutas, verduras, carnes y pescados. Por otra parte, algún turista ya hambriento saborea los platos típicos que de forma tan llamativa los ilustran en las puertas de los restaurantes.
Poco antes de coger la calle peatonal que nos desemboca en “largo da Portagem”, ya junto al río, hacemos una parada en la plaza 8 de Mayo. Una pequeña fuente situada en el mismo centro de la plaza refresca en este día de calor. En ella se encuentra el Monasterio de Santa Cruz, siendo el Panteón Nacional. Se fundó en 1131 por los canónigos regulares de San Agustín.



Pasadas las dos de la tarde nos dirigimos hacia el Puente de Santa Clara, cogemos el coche y partimos con dirección a Mata Do Bussaco, a 25 km.


Mata Nacional Do Bussaco



Tal como nos indica  el folleto informativo que nos dieron a la entrada del recinto:
Clasificado como un bien de interés histórico,el conjunto monumental de BuÇaco posee una riqueza patrimonial excepcional. Al nucleo central formado por el Palace hotel de BuÇaco y por el convento de Santa Cruz, se unen las ermitas de retiro, las capillas de oración y las estaciones de via Crucis, la Cerca con las Puertas, el museo militar y el monumento conmemorativo a la batalla de BuÇaco, los cruceros, las fuentes, entre las que destaca la Fuente Fría…”  





Para llegar a este idilico lugar saldremos de Coimbra con dirección norte, tomando como referencia siempre hacia Oporto, a unos 15 km llegaremos a Mealhada, hacia la derecha y a unos 10 km no encontraremos la indicación de Mata Nacional de Bussaco. La carretera nos llevará hasta la entrada del recinto. Aunque se podría entrar andando (sin pagar nada) nos aguardaría unos tres kilómetros en una fuerte subida. La mejor opción es pasar con el coche aunque pagando cinco euros por el mismo. Un guarda ubicado en un pequeño control con barrera incorporada nos informará de la entrada.
Subiremos por una carretera que se adentra en un frondoso bosque. Aquí aprovechamos para hacer una parada y comer unos bocatas con este penetrante silencio.
 




Ya en el aparcamiento ubicado junto al palacio dejaremos el coche. Con mapa en mano empezamos a orientarnos e intentar realizar todas las rutas: ruta del agua, del bosque relicto, militar, de la naturaleza, del vía crucis.
Debo de indicar que aunque al principio parece dificil recorrer todo, las distancias son cortas, entre tres y cuatro  horas se puede ver casi todo.
 




Perteneciente al obispado de Coimbra desde 1094. La Mata do BuÇaco fue donada por el Obispo de Coimbra D. Joao Manuel en 1628 a la orden de los Carmelitas Descalzos.
El Palace hotel (1888-1902) es considerado uno de los puntos de mayor interés de todo este conjunto.
 




Proyectado por el escenógrafo italiano Luigi Manini, el edificio tiene la influencia cultural del sentido romántico y nacionalista de los neos manuelinos y renacentistas.
 




Además de ser un bello palacio, es tambien un lujoso hotel en el que está totalmente prohibida la entrada a toda persona que no se cliente, y como bien dice un cartel colocado en la puerta “para respetar el silencio de los que allí descansan”.
Durante casi media hora nos dedicamos a contemplar este maravilloso palacio por todas sus vertientes, y admás, recrearnos en tan bello enclave, rodeado de jardines y un estanque con agua, en donde algunos cisnes le dan una estampa perfecta.
 





Junto al palacio nos encontramos con varias sendas y veredas por las que recorremos este recinto.
Como la cabras tiran al monte, y como montañeros que somos, la primera ruta que hacemos es hasta lo más alto, la cruz alta, un excelente mirador desde donde podeos disfrutar de unas fantásticas vistas.
 



Delante de nosotros un frondoso y extenso bosque. Uchos árboles son autóctonos de la zona y otras  tantas especie exóticas como cedros, secuoyas, araucarías que fueron introducidas a partir de 1850.




Bajando por el bosque relicto nos dirigimos hacia la “puerta de Coimbra”, una de las entradas al recinto, y junto a ella la senda de la via crucis, en las que se representa las estaciones de pasión de Cristo: la oración de Jesús en el huerto, el prendimiento, Jesús en casa de Anás, Jesús en el Calvario, las vestiduras, las caidas de Jesus, y así hasta un total d veintidos estaciones …





Capillas y ermitas como la de San Juan de la Cruz, de San Atonio, de San Andrés...
Las características únicas de la Mata Nacional de Bucaco hacen de él un lugar mágico, donde el pasear por sus veredas nos hace sentir a veces como si estuvíesemos en alguna zona exótica de Sudamérica.
 

El Convento de Santa Cruz construido desde la simplicidad exigida por la vocación eremítica del “desierto”, se caracteriza por el reultado d la mezcla de entre la cruz griega y la cruz latina.  
El revestimiento arquitéctonico de corcho o las incrustaciones, como técnica decorativa del convento, traducen el espíritu de desprendimiento de lo material. 




Abandonamos ya este lugar y nos adentramos en el Parque Natural de la Estrella, para ello nos dirigiremos hacia Seia, ya dentro del parque. Son unos 130 km los que nos separará de nuestro siguiente destino que será Manteigas.
La Sierra de la Estrella es un altiplano erosionado por los glaciares  siendo la cordillera más alta del Portugal continental.



La Sierra de la Estrella






El Parque Natural de la Sierra de la Estella es la mayor zona protegida de Portugal, con un pie en la Beira Baixa y el otro en la Beira Alta.
 



Cuando la gente piensa en Portugal, jamás pensarían que en este país uno puede hacer rutas de montaña, incluso esquiar en una estación de esquí.
La entrada al Parque Natural desde Seia, resulta algo desértica, sin apenas arboledas, Solo decenas de grandes rocas aparecen dispersas por el paisaje, pero cuando nos acercamos a la población de Manteigas el panorama cambia bruscamente.





Una serpenteante carreterilla nos baja por las montañas hasta dicha localidad. 





Ya en Manteigas, casi de noche, teníamos reservada una habitación en la pensión Estrela, junto a la iglesia. Excelente calidad precio y en muy buena ubicación.
Sin lugar a dudas Manteigas es el mejor punto de partida para visitar todo lo más interesante del Parque Natural. Con vistas al valle de Zezere tal como indiqué cuando hice la reserva, la pensión es sencilla, sin lujos. Está regentada por una pareja joven muy competente y que amablemente nos ayudaron con algunas cuestiones planteadas.
Cenamos muy cerca de la pensión, junto a una pizzeria, buenas carnes de la zona pudimos degustar.






Día 3

Después de tomar un abundante desayuno nos dispusimos realizar una circular por toda la Sierra de la Estrella empezando por la visita al Pozo del infierno.

PoÇo do inferno





Según salimos de Manteigas, a unos tres kilómetros a mano izquierda nos encontramos con un desvío hacia el pozo del infierno.





Una agradable carreterilla, pero en algunos tramos muy estrecha, nos acerca a este bonito lugar tras recorrer cinco kilómetros.





El pozo del infierno es una impresionante caída de agua en forma de cascada que se precipita sobre  una pequeña poza. Ubicada en una estrecha garganta de la montaña, han colocado unas pasarelas metálicas por las que hay que pasar para adentrarse en la cascada.





En un idílico enclave, la frondosidad de los árboles ha creado muchas zonas húmedas donde los líquenes y musgos aparecen por cada rincón. En la parte baja de la cascada, ya en la orilla del río, han habilitado unos pequeños bancos donde a la sombra de los árboles podemos realizar un picnic.




Volvemos de nuevo a la carretera para ahora recorrer el espectacular valle glaciar del Zezere, hasta los pies del pico Torre.
Corresponde a la lengua glaciar de mayor dimensión de la Sierra de la Estrella, alcanzando los 13 km. En forma de “U” es el mayor valle de origen glaciar de  Europa.


 Valle de Zezere





Según vamos avanzando por la carretera, el valle, que queda a nuestra derecha, nos podemos encontrar algunas pequeñas cabañas de pastoreo, y a nuestra izquierda una ancha cascada que cae a los pies de la misma carretera.












Continua en Parte III


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