martes, 8 de noviembre de 2016

Subida al monte Alfaro, 744 msnm (Paraje Natural de Tabernas, Almería) Nov/16


Desiertos en el mundo hay muchos, Sáhara, Gobi, Kalahari, Patagónico...y en Europa, en el sur de España, muy cerquita de nosotros, está el desierto de Tabernas. ¡Para que ir más lejos!, pues hacia allí nos dirigimos este fin de semana.
Muchas películas fueron rodadas aquí, siendo éste un excelente lugar en el que muchos directores de cine pusieron su mirada en este insólito y mágico desierto. Películas como "Por un puñado de dólares", "Indiana Jones y la última cruzada", "La muerte tenía un precio" ... y muchas más.


Por fin el calor se ha ido, ya era hora, estamos en noviembre y estrenamos este fin de semana de lluvia en toda España, salvándose únicamente este pequeño rincón de Almería, ¡será por el desierto!
Salimos de Sevilla 31 socios del club, dirigiéndonos hacia la A-92 con dirección Granada y Almería, abandonando dicha autopista en la salida 376 en la que desembocaremos en la oficina de turismo ubicada en el "Oasys de Minihollywood"


Una vez allí hacemos dos grupos, el primero de ellos formado por 9 compañeros montañeros que subiremos al monte Alfaro y el segundo grupo con el resto de compañeros que realizaran un sendero por el desierto de Tabernas.



Nos ponemos en marcha para ascender al pico Alfaro (744 msnm) en una ruta circular que había preparado Lorenzo y que resultó ser muy atractiva e interesante. Por delante tendremos unos 13 km de recorrido, unos 600 metros de desnivel acumulado y algo mas de cinco horas andando por un terreno a veces muy inestable, con piedras sueltas, fuertes desniveles, algunos pasos en pequeñas aristas, y tramos sin marcar.


Sobre las once de la mañana damos nuestros primeros pasos con buena temperatura (por suerte algunas nubes cubren el cielo) y estando a solo 230 metros de altitud,  
A unos 50 metros del aparcamiento nos adentramos hacia el interior del desierto, teniendo que bajar por unas pasarelas de madera que nos facilitan el acceso.


Por delante de nosotros ya podemos contemplar un paisaje atípico, de fuertes contrastes y curiosas elevaciones y formaciones. ¡Cuantos recuerdos nos traen las imágenes de aquellas películas del "Oeste"!


Una vez que hemos bajado estas pasarelas llegamos a la rambla Verdelecho, que suele llevar agua, y atravesaremos un frondoso cañaveral para ya desembocar en la rambla de Tabernas tras recorrer algunos cientos de metros y estar indicado por algunos postes.


La Rambla de Tabernas ha sido el escenario de varias películas, una de ellas "La caza implacable" Paralelo a esta seguimos por un camino en el que nos encontramos varios grupos de palmeras, formando lo que parece un pequeño oasis´llamado "Paraje del Cautivo".


Junto a los palmerales, vemos como el terreno ha sido erosionado a través del tiempo formando unas bellas imágenes. No es de extrañar que algunos directores de cine utilizaran estos parajes para rodar sus películas.

Tras unos 45 minutos andando llegamos a un puente por el que transcurre la carretera nacional, por ahí regresaremos a la vuelta, ahora tiraremos por la parte izquierda (sin marcar, solo guiados por el track de Lorenzo) y empezamos a subir por un pequeño canalón encajonado. A partir de aquí, cuestas y más cuestas, pequeñas aristas y suelo con piedra suelta. No hay hitos, ni palos; solo seguimos el track con dirección al monte Alfaro que lo vemos allí de frente, a lo lejos.


¡Vaya con el terreno!, más de uno se va maldiciendo en voz bajita. Está claro que hemos cogido el camino que nadie coge (este no es el sendero oficial marcado, será el de la vuelta). Le pregunto a Lorenzo si realmente lleva un track (era cierto) o lo estaba improvisando. 


Solo guiados por el track y como si llevásemos orejeras puestas, seguimos avanzando por un terreno muy inestable, en el que cada vez que subimos una pendiente tenemos que sujetarnos bien a los palos para no resbalar con las piedrecillas.


En ocasiones tenemos que subir por inclinadas pendientes, algunas de ellas asomadas a verticales caídas. Con mucho cuidado se puede pasar sin problemas, aunque los que tienen vértigo en más de una ocasión van sufriendo.

Ahí vamos, para arriba, que después vendrán más. El terreno a veces es tan inestable que tenemos que echar manos al suelo para no resbalar. Yo casi siempre detrás tengo que controlar, protegerme y esquivar las muchas piedrecillas que caen desde arriba.


Cuando llegamos a la cúspide de cada uno de los montículos, ademas de resoplar, contemplamos el fantástico paisaje de este paraje desértico. Cuando el sol se deja ver entre las nubes, sus rayos impactan sobre este terreno dando unos bonitos contrastes de colores.


Allí lo vemos, la antesala del pico Alfaro, todavía tenemos que avanzar por unas estrechas aristas, lo mejor no mirar hacia abajo y avanzar con mucha precaución.


Hora de hacer una pequeña parada antes de avanzar por la arista. A relajarse y comer alguna frutilla que siempre viene bien. Francamente, el paisaje es espectacular. Yo aprovecho para retroceder un poco e inmortalizar el momento en que mis compañeros avanzan bajo un cielo que en este momento parece amenazante de lluvia aislada.


Hemos llegado a unos postes abandonados y que parecen ser de algún tendido eléctrico. Desde aquí arriba nuestra mirada nos lleva hasta alcanzar el mismo mar. En el horizonte podemos contemplar cientos  de montículos arenosos y de piedra pelada, prácticamente sin casi vegetación alguna, como tienen que ser los buenos desiertos.  


Pues ahí está, un paredón por el que no vemos senda clara por la que subir. Allá vamos, a saco. cada uno avanza bajo una fuerte inclinación del terreno, unos por aquí y otros por allí, pero todos subiendo. Esta claro que una vez que hagamos cumbre por aquí no bajaremos, sería incluso peligroso.
Tras casi una hora de subida por fin llegamos. Nuestra sorpresa fue que no habíamos llegado todavía al Alfaro. Miramos hacia abajo y todos resoplamos diciendo y pensando lo mismo ¡madre mía, que subida!


Tras hacer un pequeño descanso, continuamos por una pequeña senda que ahora si nos llevará hasta la cumbre. A nuestra izquierda mejor no mirar, una caída de unos 500 metros todo para abajo.




Unas trepadas en la última parte, y por fin tocamos el vértice geodésico del Alfaro (744 msnm). Tres horas hemos tardado en alcanzar la cumbre, menos mal que corre un agradable viento en la zona para disfrutar de las vistas. 


Un buen bocata de primero, una fruta de segundo, algo de chocolate, y de bebida cada uno a su gusto: agua, cerveza y zumos. Esta era nuestra carta de menú. Buenas vistas desde el ventanal del restaurante y una factura barata. ¡Mejor imposible!


Si miramos alrededor nuestra podemos contemplar la Sierra Alhamilla detrás de nosotros, por otra parte la sierra de Gador, la de los Filabres, el mar, y hasta los extensos invernaderos de El Egido.



Tras algo mas de media hora de disfrutar de la charla y de las vistas, empezamos a bajar. El camino hasta la antesala anteriormente mencionada es el mismo. Después ya tiraremos por el sendero oficial.




A nuestra derecha dejamos el paredón por el que antes hemos subido. Desde aquí arriba impone. Ahora solo tenemos que seguir el sendero hacia abajo y disfrutar de estas hermosas vistas.


Parece que el sendero se ha perdido, o lo hemos perdido nosotros. Cada uno intenta bajar por donde puede, eso si, con muchísima precaución ya que el terreno es de piedras sueltas y lo más fácil es resbalar


Según bajamos, vemos en la otra vertiente el lugar por el que hemos subido. algunos se llevan las manos a la cabeza y exclama ¡estamos locos...!, en el fondo todo nos alegramos de haber hecho esta ruta circular.


Ya relajadamente y con la senda perfectamente marcada con hitos poco a poco vamos bajando. La temperatura es ideal, corre una pequeña brisa que nos refresca al andar. Ahora lo de siempre, unos chistes, unas bromas y alguna anécdota que contar.


Allá abajo vemos la carretera a la que tenemos que llegar, y por la que avanzaremos aproximadamente un kilómetro.


Una última bajada algo delicada y por fin suelo firme. En algo más de una hora llegaremos a los coches. Un poco de carretera, pista, rambla y ya estaremos allí.


Abandonaremos la antigua carretera nacional y tiraremos por debajo de la autopista, y girando a la derecha pasaremos por uno de los arcos del puente, lugar de donde esta mañana ya nos desviamos.



Y siguiendo por la rambla paralela a la senda que ya conocíamos, en una hora aproximadamente llegaremos a los coches. Eran las 16,30 cuando llegamos y nos unimos al resto del grupo...
Una interesante ruta, en la que hemos disfrutado de las vistas de un paisaje distinto, desértico, y sobre todo en una buena compañía. 






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