jueves, 30 de marzo de 2017

El Torcal de Antequera (Málaga) Febrero/2007


EL TORCAL DE ANTEQUERA

El valle de las figuras encantadas 



 Con una densa niebla, el paraje escondido, oculto, sin querer asomar. Tras algunas horas, el espeso manto opaco, poco a poco se alza hacia el cielo. Debajo, grandes figuras  aparecen con cientos de formas caprichosas. Estamos en el Torcal de Antequera.


Datos de interés:


Provincia: Málaga.
Extensión: 1.171 Has.
Altitud máxima: 1.369 m.
Altitud mínima: 800 m.
Régimen de protección: Paraje Natural;
Accesos: Desde Antequera, por la C-3310 se desvía hacia el torcal antes de llegar a Villanueva de la Concepción.
Grupo de senderismo y montañismo de Dos Hermanas: Señal y camino, www.senalycamino.es


Este paraje natural de 20 kilómetros cuadrados, ubicado a solo 13 de Antequera, en la carretera que la une con Villanueva de la Concepción. Famoso por las caprichosas formas que los diversos agentes han ido modelando en sus rocas calizas.


Para visitar este paraje, podemos optar entre dos rutas distintas. La verde con un recorrido de 1,5 kilómetros y 45 minutos de recorrido, o la amarilla de 3 kilómetros y dos horas de recorrido. Ambas parten del mismo lugar y se vuelven a encontrar pasado algún tiempo.


Los caminos serpenteantes suben y bajan, atraviesan grandes cañones, grietas, valles, frondosos humedales, y siempre, por todas partes, grandes rocas, con formas caprichosas, insinuantes, decoran el paisaje.


Tras una serie de ascensos y descensos por un terreno quebrado, se atraviesa un profundo callejón, en el que se localiza una buena representación de la vegetación originaria de El Torcal.



Abundan los majuelos, hiedras, madreselvas, tomillos, encinas y arces.  Al final del recorrido amarillo, se alcanza el mirador de las Ventanillas, desde el que se divisa todo el valle del río Guadalhorce. En este último tramo del recorrido, y en una pequeña hondonada, cerca del mirador, el apilamiento de rocas con formas redondeadas, nos dan sensación de estar en un lugar diferente, único, excepcional.





Pero no basta con verlo desde abajo, hay que subir. La vista desde aquí es espectacular. Rodeado de grandes paredes, y con los buitres revoloteando sobre nuestras cabezas, no nos cansamos de mirar, de observar, y de pensar, como la naturaleza nos puede sorprender con una geología tan maravillosa. Aquí, la huella de algunos fósiles marinos, nos dan una muestra clara de lo que fue este lugar hace millones de años.














martes, 28 de marzo de 2017

Cañón del río Lobo (Soria) agosto/2007


El Cañón del río Lobos, Parque Natural, es un desfiladero de 14 km. de longitud situado en la sierra de Nafría. El cañón, la diversidad de su fauna y el paisaje de cantiles son lo más destacable de la zona protegida.


Es uno de los relieves que se interponen entre la Meseta Central y el Sistema Ibérico. Su clima continental ha generado una vegetación de chopos, sauces y sabina albar. Entre la fauna destacan el buitre leonado y el lobo ibérico. Merecen atención los anfibios y reptiles. La erosión provocada por las aguas ha hundido el lecho del río. Por las laderas del cañón, que pueden alcanzar los 100 metros de altitud, baja el agua de las fuentes con el color oxidado de las paredes.


El río viene encajonado desde Burgos y continúa horadando las calizas cretáceas en Soria, recorriendo más de 25 Km.  Este espacio natural fue declarado Parque Natural en 1985 y comprende una superficie de 9580 has.


La formación más espectacular es el propio Cañón fruto de la doble acción erosiva, de desgaste y, sobre todo, de disolución de la roca por el agua, siendo más vivo el hundimiento del lecho al ceder las grutas subterráneas, por lo que aparecen las típicas zonas cóncavas o lermas en los flancos del cañón, que además son muy vistosas por los teñidos de óxidos y aguas que escurren.




Este espacio protegido, Parque Natural, situado en el este de la provincia de Soria, queda dividido entre las provincias de Burgos y Soria pero tiene en esta última su tramo más destacado. Pertenece a los términos municipales de Hontoria del Pinar (Burgos), Ucero, Nafría de Ucero, Herrera de Soria,
Casarejos, San Lorenzo de Yagüe y Sta. María de los Hoyos (Soria).



En Ucero aparece el centro de interpretación del Parque (petición de permisos) y cerca de éste sale un camino que se introduce en el espacio protegido hasta la ermita de S. Bartolomé. Desde aquí a pié. Por otra parte, la carretera entre Sta. María de los Hoyos y S. Leonardo de Yagüe salva el cañón con un puente, el de los Siete Ojos, del que parte una senda que también se adentra en el desfiladero.
"Si todo el Cañón del Río Lobos embelesa, lo que más fascina es el enclave en el que está situada la actual Ermita de San Bartolomé o San Bartolo, como la llaman popularmente. La actual Ermita es heredera de una abadía de la que se tiene documentación a partir de 1477. Anteriormente, y según la tradición, debió ser la iglesia del convento templario de San Juan de Otero.








En piragua por las Hoces del río Duratón (Segovia) Agosto/2007



Corría el mes de Agosto, cuando Joaquín, Rufino y yo planeamos una semana de montañas por el norte de España. En el trayecto paramos en este hermoso lugar: las hoces del río Duratón.


Recorrer este hermoso cañón es bueno divisarlo desde varias perspectivas, y esto es lo que hicimos nosotros. Primero por el río en piraguas y después a pie por la parte alta del mismo.



El paisaje de las Hoces del Duratón  esta dominado por la roca caliza originada  hace 140 millones de años, por la acumulación de sedimentos en el lecho del antiguo mar que por aquel entonces inundaba toda la actual península Ibérica, hace aproximadamente unos 50 millones de años, los movimientos de las placas tectónicas hicieron que dicho mar emergiera, dando lugar a la actual península y a las montañas que conocemos en la actualidad, los Alpes, los
Pirineos, etc. Esos sedimentos marinos dieron lugar a la formación de rocas calizas, que con el paso del tiempo y por efecto del agua y las condiciones climatológicas se fueron fragmentando y desgastando dando lugar a las actuales hoces, este proceso de carstificación ha permitido que el cauce del Duratón se encaje entre impresionantes paredones verticales, que en ocasiones llegan a los cien metros de altura.
En los paredones se han ido formando oquedades siendo  utilizadas desde la antigüedad tanto por el ser humano  como por la fauna. En la actualidad estos huecos son utilizados por los buitres para su nidificación.



Sin duda uno de los motivos de visita, es el espectacular paisaje de las Hoces del Duratón, pero el principal por el cual se ha convertido en Parque Natural, es por su diversidad animal y vegetal, a lo largo del río podemos encontrar distintos ambientes, creados por la diversidad climática y por los distintos tipos de suelo, podemos distinguir la paramera, el bosque de ribera y los cortados, en la paramera podemos observar  bandas de lúganos, jilgueros, pardillos y pinzones, incluso alguna garza real.


Pero el representante principal de la fauna de las Hoces es el Buitre Leonado, este ave con una envergadura entorno a los 2.5 metros y con un vuelo majestuoso es el rey de la comarca y atractivo principal del Parque Natural, anida en los huecos de los cortados y las buitreras son fáciles de distinguir por las manchas blanquecinas debidas a los excrementos de estas aves.


El Buitre Leonado es un ave que forma comunidades, esto le favorece a la hora de buscar su sustento, la colonia se organiza de forma que cada individuo cubre una basta zona sobre la cual vuela en círculos atento a cualquier indicio de carroña. En estas búsquedas el buitre puede recorrer largas distancias, favorecido por su gran envergadura alar, que le permite aprovecharse de las corrientes de aire caliente, el buitre puede estar volando horas con un gasto energético mínimo.
La población actual de buitres en el Parque Natural ronda las 250 parejas, pero gracias a las actuales condiciones, esta cantidad se esta incrementando año a año, la época de cría del Buitre Leonado es de enero a julio pero dado que en dichas fechas es muy sensible a la presencia humana, se recomienda que las visitas a la zona sean respetuosas con el entorno de estas majestuosas aves, procurando no sobresaltarlas en ningún momento.
  Pero el Parque Natural contiene otros elementos interesantes que ver, uno que llama la atención tanto por el paisaje como por la posibilidad de ver a los buitres sobrevolar por encima nuestro, es la
Ermita de San Frutos, después de haber recorrido un polvoriento camino que sale de Villaseca, se llega a un pequeña explanada donde debemos dejar el coche y seguir el camino a pie, tras recorrer un par de kilómetros llegamos a un promontorio rocoso, situado en medio de una  las hoces, donde esta el Priorato de San Frutos, patrón de la diócesis de Segovia.



A un lado podemos ver el pantano de Burgomillodo, donde acaban las hoces y al otro un espectacular cortado sobre el río Duratón, en el paredón que se encuentra enfrente se puede distinguir una gran buitrera, de la que constantemente salen los buitres que sobrevuelan por la zona, a veces incluso a pocos metros por encima de nuestras cabezas.
  Otro lugar de gran belleza son las ruinas de
Monasterio de Nuestra Señora de los Angeles de la Hoz, fue fundado en 1231 por monjes franciscanos en el lugar donde dice la tradición que Nª Sª de los Angeles se apareció a un pastor llamado Pedro. El antiguo monasterio se derrumbo en 1492,

salvo la iglesia, donde la comunidad estaba rezando maitines. Hacia 1565 fue visitado por el rey Felipe II el cual impulso las obras de reconstrucción, con la desamortización de Mendizabal el monasterio fue abandonado y en la actualidad solo quedan las ruinas, a las cuales solo se puede acceder a través de las aguas del pantano de Burgomillodo, respetando las restricciones que impone su situación dentro de la Zona de Reserva.




Montserrat (Barcelona) Agosto/2008


Crónica escrita por mi compañero Joaquín Pascual


La montaña de Montserrat está el centro de Cataluña, forma una unidad de relieve de singulares características geológicas y geomorfológicas. Sus valores ecológicos, junto con los religiosos, los culturales y los históricos, dieron lugar a su declaración cono Parque Natural de la Montaña de Montserrat (1989).

Aprovechando que estábamos realizando la subida a los cuatro techos catalanes, nos dirigimos a este  bello paraje, y despues de visitar la hermosa Ermita de San Joan, subiremos al pico más alto de Montesrrat, el San Jeromi (1236 m). Tiene unas vistas espectaculares, y en poco más de una hora estaremos en la cumbre.



Salimos el jueves 21 de agosto de Bellver de Cerdanya camino del Túnel del Cadí, Berga y Manresa. En Monistrol de Montserrat teníamos reservado el alojamiento en el Hostal "Guilleumes". Después de dejar allí las maletas y comprar pan y fruta en el pueblo, subimos hasta el aparcamiento del monasterio donde dejamos el coche. Impresiona el lugar que ocupa el monasterio, aquello tienen que tener una fuerza especial para que vengan gente de todo el mundo. Además de la basílica hay otras dependencias, como el Museo, la Escolanía, el Espacio Audiovisual, además de servicios de restauración, hoteles y tiendas. En resumen que aquello parece una pequeña ciudad.


Eran ya las once y media cuando nos dirigimos a la basílica para ver a la Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña, pero estaban diciendo misa, así que después de dar una vuelta por los alrededores tomamos el funicular de Sant Joan para hacer un poco de senderismo por la parte alta de la montaña.


Estaba nublado y parecía que podía caer un chubasco. Lo primero que hicimos es dirigirnos a la ermita de Sant Joan y a los eremitorios rupestres que hay cerca de ella.


Muy curioso el lugar, aquellos eremitas vivían encaramados en las grietas de las rocas como pájaros roqueros. Después volvimos a la estación superior del funicular y nos comimos los bocadillos mientras caían unas gotas.


En la parte superior de la cabina del funicular hay una exposición donde se cuenta como surgió la montaña de conglomerado de Montserrat del fondo del mar, y otras historias y leyendas relativas a hechos del pasado. Entre lo más destacado está el incendio y completa ruina del monasterio por las tropas napoleónicas a principios del siglo XIX. La imagen de la Virgen de Montserrat pudo salvarse porque fue escondida por los monjes.


Como no llovía empezamos otro sendero más largo, el que lleva a la ermita de Sant Jeroni y a la cumbre del mismo nombre, es el techo de la montaña con 1.236 m. Mira por donde también hoy íbamos a hacer un techo, aunque no provincial.



Nada más salir ya podemos admirar las rocas características de Montserrat que por su parecido a determinadas cosas han sido bautizadas como la Momia, la Momieta, la Panza del Obispo, la Embarazada, el Gorro Frigio, etc.
Pronto vimos a los escaladores en acción, ya que el lugar tiene muy buenas condiciones para practicar este deporte.


Arriba, aunque no lo parezca desde abajo, abunda la vegetación porque las nubes se enredan en estas torres de piedra y dejan humedad. Por el pedregoso sendero abundan tanto los senderistas con sus bastones como los turistas con chaclas con el riesto de torcerse un tobillo, ya que hay tramos de subida y bajada.


A la media hora ya se ve más cerca el Sant Jeroni, a la izquierda de unas antenas, y el torreón del Cavall Bernat.



Después de tres cuartos de hora aparece la ermita de Sant Jeroni, ahora si queremos coronar la cumbre de Montserrt nos espera una fuerte subida durante otros diez minutos.


El último tramo tiene habilitado escalones, ya que sube a un mirador situado en lo alto de una de estas torres.


El vértice geodésico esta a unos cinco metros sin protección ninguna, por lo que casi nadie se llega hasta él y se queda en el mirador. La causa, como pude comprobar por mí mismo, es el vértigo, ya que a un metro del vértice hay una caída de más de mil, y con el viento que suele correr allí impresiona todavía más.


Desde este punto central de Cataluña hay muy buenas vistas en un día claro, pero hoy no era el caso.



Después de un ratillo emprendimos el descenso. Se puede bajar al monasterio haciendo el sendero circular, pero nosotros habíamos comprado un billete de ida y vuelta y lo que hicimos fue volver al funicular. De todos modos tenía que hacer mucho calor por el fondo del estrecho valle por donde bajaba el sendero hasta el monasterio.
Hay más senderos por la montaña, pero ya con esto nos habíamos hecho una idea y tampoco era plan de pegarse un palizón en el "día de descanso" de los Techos Catalanes.




Volvimos a la basílica y esta vez pudimos subir al camarín para ver de cerca a "La Moreneta". Luego un café y para el aparcamiento. Camino de él vimos una placa indicando el Camino de Santiago de Galicia, buen punto para comenzarlo.

En el hostal hubo ducha, luego vino la vuelta por el pueblo de Monistrol que conserva un puente medieval y un par de calles y plazas con cierto sabor.

La cena en el restaurante del mismo hostal a base de un buen menú. Después otra pequeña vuelta por el pueblo, chupito y a la cama. No estuvo mal el día. Montserrat se merece una visita, ya lo saben.