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viernes, 7 de abril de 2023

Una escapada a Ibiza de 5 días (Abril/23)

 

 


En esta ocasión nos iremos a una de las islas que hace tiempo le tenía echado el ojo, y que siempre la había dejado pendiente. Ahora sí, Rosa y yo nos pegaremos una escapada de 4-5 días a esa famosa isla siempre con el renombre de amor libre, paz, libertad, droga, sexo... de aquellos años setenta invadido por los hippies, y que a día de hoy está invadida por turistas, y huyendo se su peor época, el verano, en estos días primaverales, es la mejor época para visitar. 
Allá vamos...


Tras recopilar información en varias webs y blogs sobre esta isla, de lugares, calas, pueblos, rincones...a visitar. Ya teníamos nuestro plan de ruta, una por cada uno de los cuatro días completos que estaríamos aquí. A saber. Indicadas en el mapa con los números desde el 1 hasta el 26.

Ruta 1: Zona Norte-Noreste-Centro (del 1 al 10)
Ruta 2: Zona Sur-Suroeste (del 11 al 19)
Ruta 3: Oeste (del 20 al 23)
Ruta 4: Eivissa, Santa Eularia des Riu, Las Dalias (San Carles de Peralta) (del 24 al 26)

Ya desde el mes diciembre teníamos sacado los vuelos en una oferta súper barata con Ryanair saliendo directamente desde Sevilla. Así que, ya solamente teníamos que reservar un alojamiento y el alquiler de un coche, obteniendo una buena satisfacción con ambas reservas, a muy buen precio.
El coche lo reservamos con Clickrent a través de Rentalcar (recomendado) y tras mirar varios lugares en donde hospedarnos, a final optamos por Santa Eularia des Riu, sin lugar  a dudas el mejor donde hospedarse, además cogimos un excelente alojamiento "Hostal Sa Rota", con una estupenda calidad-precio, personal entregado a los clientes, buen desayuno...recomendado, sí o sí.

 


Antes de empezar, destacaré algunos detalles a tener en cuenta.
1-Las distancias en Ibiza para trasladarse de un lugar a otro son muy cortas. Nosotros en los cuatro días, recorrimos prácticamente la isla al completo e hicimos unos 400 kilómetros. La zona norte es más salvaje y abrupta, con lo que la carretera tiene más curvas y, los trayectos se hacen más largos. 
2-Son muchas las bellas calas que iremos recorriendo, pero recomiendo que una vez que lleguemos, no únicamente nos quedemos en ellas, sino que recorramos su entorno por zonas acantiladas, ya que en algunas de ellas son más espectaculares las vistas, poco antes o después que la de la misma cala.
3-Estamos en Ibiza y esto quiere decir que comer o tomar algo no es precisamente nada de barato, y antes de sentarse, mirar primero los precios, de lo contrario nos podemos llevar una sorpresa. Nosotros si podríamos recomendar varios lugares en donde comimos, terminando muy satisfechos, o bien por lo que comimos, o por el lugar o entorno, o por el precio...
A-Restaurante Puertas del Cielo en Santa Agnés de Corona, entorno agradable junto a los acantilados.


B-Can Jordi Blues Station, carretera PM-803 EI-700 a unos 5 kilómetros de San Josep de Sa Talaia con un encanto especial, buena música, personal agradable. Tienda de ultramarino y bar. Puedes pedir que te prepares lo que quieras. Perfecto para tomar unos bocadillos en la terraza y a muy buen precio. Un buen lugar para hacer la parada.


C-Can Pagés, Carretera San Carlos Km 10. No es barato, muy recomendado por todos los que visitan la isla. En nuestra opinión siempre hay muchísima gente para comer, con lo que las esperas se hacen interminables, ya que toda la comida se hace a la brasa. El lugar es acogedor. Ojo, solo se paga en efectivo.


D-Casa Juanito en Santa Eularia des Riu, calle San Vicent. Si no queréis gastar mucho dinero en los otros restaurantes de la zona y salir del paso a buen precio, buen lugar para tapear, eso sí, no pedir albóndigas porque son del súper.  Ojo, solo se paga en efectivo. 

E-Bar Costa en Sant Gertrudis de Fruitera. Aunque lo teníamos previsto, no fuimos porque no nos pilló a la hora de la comida cuando visitamos el lugar. Muy recomendado. Famoso por sus bocadillos de jamón.


F-Restaurante El Bigotes, en cala Mastellá. Cuando fuimos estaba cerrado, todavía fuera de temporada. Lugar con encanto en la misma cala. Muy buena calidad y reputación. Según leí hay que reservar con tiempo.


4-Puesta de sol. Sin lugar algo que tenemos que hacer. Son muchos los lugares recomendados por la costa oeste. Nosotros lo hicimos desde la bella cala de Conte. Espectacular la puesta de sol.


Empecemos con las rutas descritas 

Ruta y día 1: Zona Norte-Noreste-Centro (del 1 al 10)


1-Cala Mastellá


Una de las calas que más me gustó de toda la isla, quizás porque fue la primera que visitamos y por la que hicimos un buen recorrido por su acantilada costa.


Pintoresca cala rodeada  por un cañaveral con un minúsculo puerto de pescadores.
Situada a 12 kilómetros de Santa Eularia des Riu y a 4 de San Carles, esta pequeña cala se encuentra enclavada en la desembocadura de un torrente.  


Con solo 60 metros de longitud y 15 de ancho, cuando llegamos a ella no nos limitamos a quedarnos, sino que la rodeamos por la izquierda subiendo por unas rocas que van bordeando la misma costa, y que nos accederá a su coqueto puertecillo.


Tras avanzar por las rocas unos 10 minutos llegamos a un precioso rincón decorado con algunas barquichuelas y un pequeño embarcadero muy encajado en la misma costa.


Algunos llaüts (barcas tradicionales) vemos atracados en el mismo embarcadero y que junto con las casetillas de los pescadores allí existente, dan un bonito entorno.


Y justo aquí (aunque ahora estaba cerrado, fuera de temporada) se encuentra el famoso restaurante "El Bigotes" en un agradable y sosegado rincón de este enclave.


El origen de este restaurante es del todo tradicional: el dueño del restaurante iba con su barca a pescar a primeras horas de la mañana y dependiendo de como había ido la jornada de pesca, podría dar de comer a más o menos comensales.  




Intentamos seguir por la misma costa y subir hacia los acantilados, pero una grandes rocas nos impiden el paso, así que subimos por la carreterilla algunos metros, en donde está el aparcamiento del restaurante "el Bigotes".


Y ahora sí, nos adentramos entre la arboleda buscando el borde de los acantilados...


En algunos tramos hay que abrirse paso entre la maleza y buscando siempre el mejor lugar llegamos...


Y ahora toca avanzar con dirección hasta la misma cala y disfrutar de estos impresionantes acantilados rocosos..


Con paso delicado en algunas zonas, tenemos que tener precaución a la hora de avanzar...


Magníficas vistas de toda la costa...


Intentamos llegar hasta el final, pero unas grandes rocas desprendidas hacen difícil poder avanzar...


Así que damos la vuelta y seguimos disfrutando de estas vistas, en donde algunos islotes salpicados por el mar hacen aún más bello el paisaje. 


2-Cala Aiguës Blanques


Siguiendo hacia el norte llegamos a la cala de Aguas Blancas, una bella costa bravía en donde las olas azotan fuertemente en las rocas.
 
  

Para llegar a ella habrá que bajas por una cuesta muy empinada, pero una vez abajo merece la pena viendo estas magníficas vistas.


Desde esta misma playa vemos hacia nuestra derecha un curioso espolón rocoso y junto a el, un orificio abierto en la misma roca. Cogemos el coche y avanzamos por una carreterilla que bordea el acantilado, y llegamos...


¡Guau, que chulo!


Me traslado hasta lo alto de ese espolón y observo como este lugar lo han dibujado con muchos corazones, un idílico rincón para los enamorados con espectaculares vistas.


3-Mirador de Punta Grossa


Subiendo con dirección a la Cala de San Vicent, desde ese punto sube de forma vertiginosa una carreterilla que nos llevará hasta lo más alto del acantilado, desde donde se pueden disfrutar de unas excelentes vistas de la costa.


Nuestra intención era llegar a un antiguo faro abandonado "faro de Punta Grossa" que pensábamos que esta carreterilla llegaba a él. Una vez arriba, le preguntamos a un señor que estaba junto a su chalet, por ese faro, indicándonos que para llegar a él habría que bajar por un senderillo no muy marcado y muy empinado durante unos 30 minutos. Visto lo visto descartamos bajar a el, nos conformamos con ver las vista desde este mirador. 


Por cierto, un grupo de varias chicas italianas también estaban buscando este faro y al igual que nosotros, intentándolo ubicar en el google maps, y que curiosamente apareces como una pequeña rutilla para hacer el sendero.

4-Punta y faro de Moscarter


Siguiendo con nuestra ruta, nos dirigimos a la cala d'en Serra, pero poco antes de llegar, en un cruce, nos indica en la parte izquierda hacia el faro. Aquí nos detenemos y aparcamos nuestro coche, ahora tendremos que seguir por un sendero entre el bosquete de pinos.


Tras avanzar unos quince minutos, llegamos al borde de los acantilados, allí a la izquierda vemos Portimax y a la derecha este altísimo faro de 52 metros de altura, el más alto de todas las islas Baleares.. 


Nos dirigimos hacia el, pero antes haremos una pequeña parada para asomarnos a una pequeña balconada e inmortalizarnos con una instantánea casi cayendo al vacío.


Un cartel indicativo del faro nos da la explicación de algunos detalles del mismo. 
Pintado con una espiral negra muy llamativa, fue construido en el año 1978, año en donde ya no era necesario que los fareros vivieran en el, de ahí que no veamos construida ninguna casa junto a este, simplemente su alta torre. 

 

Avanzamos un poco mas allá del faro hasta que nuestros pasos se ven entorpecidos por un terreno más abrupto y decidimos volver.


Y antes de regresar por el senderillo, vemos allí de frente Portimax a la que nos dirigiremos tras visitar la Cala D'en Serra.


5-Cala D'en Serra


A un par de kilómetros aproximadamente llegamos a esta cala, aunque el coche lo dejaremos en la parte superior ya que una pista de tierra en no muy buen estado nos llevaría hasta la misma cala.


Es mediodía y el calor está pegando fuerte, así que teniendo en cuenta que hasta allá abajo hay un ratillo (y después tener que subir) Rosa decide quedarse por aquí, y entre los matorrales seguir cogiendo espárragos.
Yo empiezo a bajar...


Esta cala se encuentra en una zona virgen rodeada de una exuberante naturaleza, de ahí que para muchos sea una de las calas favoritas.


Esta cala esta situada en el corazón de un Área Natural de Especial Interés (ANEI) que ha prohibido construir allí desde 1991. 
Las ruinas actuales son el legado de un proyecto de complejo hotelero emprendido en los años 70 por Josep Lluis Sert, un renombrado arquitecto del modernismo.


Este antiguo complejo en ruinas ha sido fuente de inspiración para muchos grafiteros que han hecho de este lugar, un lugar de encuentro.


Aproveché para adentrarme en las entrañas de este complejo, y con mucho cuidado en donde se podía pisar (por el deterioro) subí, bajé, fui y vine observando los muchos grafitis curiosos que los grafiteros habían pintado en sus paredes.




Y desde una de las terrazas de este complejo aprovecho para inmortalizarme con la cala d'en Serra allá abajo, a la que me dirijo ahora...


Empiezo  a bajar por un senderillo escondido entre la maleza, desembocando al poco en la pista de tierra que llega hasta la misma cala.


Situada al fondo de una pequeña bahía y con unos 50 metros de largo y unos 20 de ancho, esta calita respira de ambiente salvaje y virgen, en donde el nudismo es lo más habitual.


Al igual que otras calas de la zona, las casetas de los pescadores le da un toque más pintoresco, así que me dirijo hacia allí e inmortalizarlas ya desde cerca y en diferentes perspectivas de la calita.



 Y para arriba, a reunirme con Rosa.
¡Ufff, vaya cuestón!

6-Portimax


Situada al fondo de una estrecha y alargada bahía, Portimax queda enclavada en un pintoresco entorno.
En un extremo vemos el faro Moscarter al que ya pudimos visitar.


Pero sin lugar a dudas el mejor aliciente de este lugar es bordear la costa y adentrarse en una zona muy rocosa con grandes grietas entre ellas, dándole un encanto especial.


Para ello nos dirigimos hacia el monte rocoso que hay ubicado por encima del chiringuito situado en la misma playa.



Una vez allí avanzaremos saltando de roca en roca y teniendo que esquivar varias grietas abiertas al mar. Fantásticos enclaves para fotografiar sus vistas...

 

Y situarnos al borde de estos pequeños acantilados con curiosas formas rocosas...


¡Guau, vaya rincón chulo, allá voy¡
Fotón pata el recuerdo.

  

7-Cala Xarraca


Continuamos nuestro recorrido por esta salvaje y abrupta costa norteña de Ibiza hasta llegar a la cala de Xarraca con un bonito enclave, una más a la lista de bellas calas.


Cuando llegamos, la playa desierta, solo para nosotros dos.
Un oleaje espumoso y con fuerza llegaba hasta la misma orilla.


En un extremo de la cala, una construcción que no desentona en el entorno.
 Un pequeño embarcadero mezclado con las rocas empapadas de tanta agua que choca con las olas venidas del mar. 


Y en la misma orilla, cercana a este pequeño embarcadero, muchas pequeñas rocas que dejan escurrir las aguas que tímidamente regresan al mar.


Avanzo hasta el final de la playa y subo hasta lo más alto de una gran roca, y allí me siento un rato, observando las olas...

Me reúno con Rosa y seguimos nuestra ruta.

8-Cala Benirrás


Una cala, al igual que las otras con mucho encanto.
Con varios chiringuitos y algunos tenderetes de hippies que no desentonan con el lugar.


Son las 15:30, hay hambre, así que aquí sentado en esta agradable terraza con un sol que suaviza la brisa del mar, comeremos una enorme pizza para los dos, con dos buenas cervezas.
¡Que bien se está!


Esta playa es famosa por sus bellos atardeceres, y por las fiestas hippy de tambores de los domingos.
Se respira un sano ambiente, en donde algunos aprovechan para hacer algo de ejercicios y otros un poco de yoga. 


En ambos extremos de la playa encontramos unas casetas de pescadores, en donde algunos bañistas aprovechan sus techumbres para tomar el sol. 


Una bonita playa parcialmente de guijarros con rocas a ambos lados en donde uno se puede encaramar para disfrutar de unas excelentes vista del mar  y a la famosa formación rocosa denominada Cap Bernat (también conocida como "dedo de Dios")


Las aguas son claras y cristalinas con un color turquesa que invitan al baño.


9-San Miquel de Balansat


Abandonamos la costa y tiramos hacia el interior, al centro de la isla para visitar primero San Miquel de Balansat.
 

Pueblo de agricultores y artesanos presidido por un llamativo templo en lo alto del Puig de Misa.
La iglesia fortificada fue construida en el siglo XV sobre una colina. La altitud permite disfrutar de unas bonitas vistas de los alrededores.

 

Debido a que la iglesia es fortificada, los corsarios no causaron tantos estragos en San Miquel como en otras zonas de Ibiza, gracias a la costa escarpada que dificultaba los desembarcos.



Junto al templo y en una pequeña plazoleta con un mirador y una estatua en broce que rinde homenaje al poeta ibicenco Mariá Villngómez (1913-2002)


Abandonamos el pueblo y bajamos con dirección a nuestro último destino en el día de hoy.

10-Santa Gertrudis de Fruitera

 
Se dice que es uno de los pueblos con más ambiente durante todo el año, repleto de bares y restaurantes, y lo puedo certificar, a pesar del poco tiempo que estuvimos aquí, pero el ambiente se respiraba por todos sus rincones.


El corazón del pueblo se encuentra en la calle peatonal central y que nos lleva a su iglesia. 
En esta calle son muchas las tiendas de artesanos, galerías de arte, incluso múltiples tiendas de moda.
Aquí tal como indique al principio de este reportaje se encuentra el famoso Bar Costa, en donde se pueden comer exquisitos bocatas de jamón y otras tantas chacinas. 


Su monumento principal es su iglesia del siglo XIII, que destaca por las franjas grises y amarillas sobre la cal y que se asienta sobre una amplia plaza. 


Damos un agradable paseo y al poco abandonamos el lugar dando por finalizado la ruta del día de hoy.


Ruta y día 2: Zona Sur-Sureste (del 11 al 19)


11-Playa Ses Salines


Ses Salines se encuentra en la zona más al sur de la isla y dentro del Parque Natural Ses Salines que engloba tanto las salinas de Ibiza como las de Formentera, destacando por su entorno natural. De hecho de camino hacia la playa tendremos que circular por una estrecha carreterilla en medio de las salinas.


Aparcaremos en una zona de tierra justo en la rotonda en donde indica la dirección de la playa, así evitaremos el pago en el gran aparcamiento que se encuentra junto a la playa.
 Andamos unos 200 metros y llegamos.


Con idea de proteger y preservar las dunas y la vegetación de la zona, especialmente sabinas y pinares, se han construido unas pasarelas de madera para el paso de los viajeros y bañistas.


La playa tiene una longitud de un kilómetro aproximadamente y unos 30 metros de ancho, y en su totalidad de arena fina.


Esta es una de las playas más famosas de toda la isla, sobre todo por los personajes célebres que por aquí vienen en sus yates y se bañan en sus aguas. Futbolistas, actores, actrices y otros famosos varios se ven por aquí. Nosotros estuvimos muy poco tiempo, quizás porque no es el tipo de playa que más nos gusta y más si hay famoseo. Nuestra debilidad son las pequeñas calas acantiladas rodeada de vegetación.


Ponemos rumbo a un lugar curioso y que ya lo tenía como destino a visitar, la iglesia de Sa Revista y su entorno tipo aldea.


Para ello nos dirigimos hacia la playa de Cavallet (a solo un par de kilómetros), y poco antes en la izquierda veremos la pequeña capilla.


Rodeada de varia casas de hippies al estilo de los años setenta, con algunas camas incluso para dormir en la misma interperie...


Por aquí estuvimos un rato dando un pequeño paseo y observando todos sus detalles...algunos de lo más curioso, como el nombre que le han puesto a esta calle





Cogemos nuestro coche y ponemos rumbo hacia nuestro siguiente destino Es Cubells, pero antes pararemos a picar algo en la misma carretera a unos cinco kilómetros antes de llegar a Saj Josep de Sa Talaia, un lugar ideal para tapear, con una buena música, un buen ambiente y en la misma terraza tomando el sol.


12-Mirador  Es Cubells


Espectaculares vistas acantiladas podemos contemplar desde este mirador, allí abajo la cala Llentrisca a la que después bajaremos...  


Junto al mirador la capilla dedicada a la Virgen del Carmen construida en 1864, pero no fue hasta el año 1933 cuando se fundó la parroquia de Es Cubells. las obras finalizaron en 1958 con lo que es la ultima que se edificó siguiendo el estilo típico ibicenco.


Ahí abajo podemos contemplar el camino que tendremos que seguir en una fuerte bajada para alcanzar la cala Llentrisca.


13-Cala Llentrisca


 Desde el mirador sale una pista y a los pocos metros un senderillo a la derecha nos acorta la curva de esa pista, por ahí tiraremos. Una fuente junto a una pequeña capillita vamos dejando atrás, el agua corre junto a nosotros por un pequeño canalillo, y de nuevo salimos a la pista.


 Allá abajo vemos el espacio reducido de esta salvaje cala rodeada de una frondosa vegetación, solo una chica alemana con dos perros se encuentra tumbada al sol.


La pista sigue bajando y bajando, Rosa se queda, no baja más. Yo sigo hasta abajo del todo y trotaré un poco por las rocas que hay junto a la calita.


 Una caseta de pescadores y un embarcadero minúsculo con la rampa apropiada para atracar la barquichuela y poco más, es lo que hay aquí, todo virgen y salvaje.


Avanzo de roca en roca para inmortalizar esta pequeña cala, cuando a lo lejos escucho música y fiesta, mucha fiesta. Sí, es allí en ese yate en donde puedo ver un grupo de jóvenes bailando y disfrutando de este bello día soleado.


Subo de nuevo, teniendo que hacer una parada a mitad de camino. El sol está castigando y la pendiente a superar está bien empinada. Y ya casi en el mirador me reúno con Rosa que, ha encontrado un sitio perfecto para esperarme, en un banco bajo la sombra de un gran árbol. Aprovecho para descansar unos minutos y retomamos nuestra marcha hasta la siguiente cala. 

14-Mirador a las islas de Es Vedrá (Torre del Pirata)


Llegamos a uno de los lugares mágicos de esta isla (quizás el que más)  más perseguido por lo ibicenco y viajeros de todo el mundo, las islas de Es Vedrá, formado parte esta del espacio protegido como Reserva Natural desde el año 2002 formado por los islotes de Es Vedrá, Es Vendranell y los Es Illots de Ponent. Su singular forma y colosal tamaño de 382 metros de altura sobre el mar hacen que sea fácilmente visible y reconocible desde muchos puntos de Ibiza, Formentera e incluso desde la Península Ibérica.


Para llegar a este mirador, lo podemos hacer andando por un sendero de un kilómetro aproximadamente que sale desde la carretera que nos acerca a Cala D'Hort, en donde hay una pista con un aparcamiento de tierra que podemos aparcar. Es fácilmente reconocible porque esta repleto de coches, y el sendero es casi una autopista de gente que va y viene sin cesar. 


Cuando llegamos al acantilado, la vista de frente es impresionante. El sol impacta fuertemente sobre las islas y las hace que resalten más intensamente.


Aquí estaremos un rato disfrutando de estas vistas, y porque no, también pegando saltos de alegría...



En la parte superior de este acantilado se encuentra la torre de Es Savinar a la que no subimos, ya que el día era bastante soleado y ya llevábamos bastante trotado, pero para el que lea esto, es un lugar que recomiendo subir. Añado una foto cedida por internet con esas vistas.


Mitos, secretos y leyendas

El islote está considerado como un lugar mágico y con poderes especiales. Mucha gente asegura haber visto OVNIS y luces misteriosas alrededor del islote. Entre los ibicencos no cabe duda de su gran belleza, aunque con humor se comenta que los hippies y "sus viajes" alucinógenos eran la causa de estos misteriosos avistamientos.  


Avanzamos unos metros sobre el acantilado para seguir disfrutando de las vistas...


Damos por finalizada nuestro gran disfrute y seguimos nuestra ruta.

15-Cala D'Hort


Una de las calas puesta en nuestra lista de preferencia, sobre todo por las espectaculares vistas de los islotes de Es Vedrá desde el pequeño embarcadero. 


Protegida por un acantilado, se encuentra al final de una empinada pendiente en la que acaba la carretera principal de acceso. 
Sin duda, es una de las calas más mágicas en plena Reserva Natural y dominada por la presencia de los islotes, dándole un encanto especial.


Con unos 200 metros de longitud y unos 25 metros de ancho, es una cala de piedras en algunas zonas y de arena fina en otras, y se encuentra a tan solo 8 kilómetros de San Josep Sa Talaia.


Como es natural, lo primero que hago es dirigirme hacia el pequeño embarcadero, en donde ya tenía puesto mi ojos para inmortalizar los islotes desde este mágico lugar.


Después un pequeño paseo por la playa para pillar otras perspectivas de la costa, y de nuevo al coche y a por la siguiente cala.



16-Cala Carbó


Tras seguir por una carreterilla retorcida por los acantilados, llegamos a esta diminuta y encantadora cala, con dos buenos restaurantes a punto de abrir por la temporada de Semana Santa.
Enclavada al igual que las otras en la Reserva Natural de cala D'Hort, las rocas recortadas y la transparencia del agua hacen que sea un bonito lugar.


Seguimos por esta cercana costa...

17-Cala Vedella


Esta otra cala no la teníamos en nuestra lista, pero al pasar prácticamente a su lado decidimos bajar y echar un vistazo.


Esta cala tiene mayores dimensiones, con mayor número de construcciones y un ambiente muy familiar.
Aprovechamos para hacer unas compras en un pequeño super y seguimos la ruta...


18-Cala Tarida


Siguiendo por la carreterilla de la costa y antes de llegar a esta cala, aparcamos el coche en una zona de acantilados y empezamos a recorrerlo con dirección a cala Tarida.
¡Merce la pena, ya lo creo!


Un coqueto rincón con varias casetas de pescadores nos encontramos a medio camino ,ya cerca de la misma cala Tarida.


Esta calita recibe el nombre de Es Calonet, una joya de rincón en donde los más aventureros vienen hasta aquí y, algunos en parejas, otros como los antiguos hippies, y algún otro haciendo yoga bajo el sombreado de estas coquetas casetas.


Seguimos avanzando por la zona acantilada, en donde tenemos un pequeño paso algo más delicado entre las rocas y que pasamos sin dificultad.


Ya hemos llegado a la cala de Tarida, a la que no bajamos, ya no nos resulta tan atractiva, con algunas construcciones que afean la playa.


Volvemos hacia atrás, y de nuevo nos recreamos con esta calita, la calita de Es Calonet.


19-Cala Comte


Son varias  las calas que teníamos en mente para ver la puesta de sol, por alguna de ellas nos teníamos que decidir, y sin lugar a dudas acertamos, y bien.  


Esta será nuestra última cala a recorrer en el día de hoy. 
Cala Comte se dice que es una de las playas más bonitas de Ibiza, ¡hay tantas!
Esta playa realmente está compuesta de otras dos: platja de Tramuntana (orientada al norte) y platja Ponent (orientada al oeste). 


Esta playa enamora a primera vista, un imponente islote enfrente: S'illa d'es Bosc, un cabo con playas a ambos lados, una costa recortada y con pequeños escalones naturales formados por el viento a través de los años.


Al otro lado, en el horizonte y más alejados de la costa, varios islotes más, destacando S'Espartar, un lugar ideal para, dentro de varios minutos contemplar la puesta de sol. 


Seguimos recorriendo la costa y llegamos a un bonito restaurante con una peculiar terraza. Aquí la gente ya se está preparando par ver la puesta de sol.


Regresamos y buscamos un buen sitio para disfrutar de este atardecer...


Este será nuestro sitio, junto a estas gaviotas que revolotean alrededor nuestro...


Y empieza el espectáculo...
¡A disfrutar de esta bonita puesta de sol!





 Ya bien metida la noche llegamos a nuestro alojamiento en torno a las diez de la noche.
¡Mañana más! 

Ruta y día 3: Zona Oeste (del 20 al 23)


Aunque el orden de los números aparece primero el 20, este lo dejaremos para el final ya que daremos un paseo por la tarde en Sant Antony Portmany (20), y empezaremos por las calas Gració y Gracioneta (21)

21-Cala Gració y Gracioneta


Estas dos calas están situadas entre el Cap Blanc y el Cap Negret, siendo la cala Gració mayor que la cala Gracioneta. Ambas enclavadas en un bonito paraje de costas recortadas. 


Una vez situados en la cala Gració la rodearemos por la izquierda por una zona acantilada con dirección a Sant Antony de Portmany.


Entre grandes rocas se ha formado especie de una laguna de gran belleza...


Allá a lo lejos detrás de nosotros podemos ver las edificaciones de Sant Antony de Portmany, mientras que seguimos avanzando por esta bonita zona acantilada.


En el mar podemos ver el islote de el islote de Sa Conillera allá en el horizonte...


Tanto Rosa como yo nos acercamos hasta el mismo borde del acantilado y de esa forma podernos inmortalizar con una serie de imágenes.


Esta zona rocosa y acantilada en la que estamos es el Cap Blanc...


Regresamos de nuevo hasta la cala Gració y bordeando la costa, muy cerca, llegamos a la cala Gracioneta, pero antes haremos una parada para deleitarnos con esta bella costa tomando un poco el sol. 


Y llegamos a esta diminuta calita de escasas dimensiones pero muy coqueta, sobre todo por un mar azul turquesa que invita al baño...



En la otra orilla de la cala, y al igual que en el resto de las calas de Ibiza nos encontramos con las casetas típicas de los pescadores, y que algunos bañistas aprovechan para tomar el sol en sus techumbres. 


Cogemos de nuevo el coche y nos trasladamos al otro cabo que rodea a estas calas, el Cap Negret...


Nos asomamos a las zonas acantiladas y tras disfrutar de las vistas, continuamos nuestra ruta hacia el norte en busca de cala Salada.



22-Cala Salada y Saladeta


Tras circular por unas carrterillas repletas de curvas y sumergidas en una zona frondosa de pinos, llegamos cala Salada.
Un grandioso aparcamiento nos espera para aparcar nuestro coche.


Rodeada por un entorno verde y apenas urbanizado, estas calas son una de las más valoradas y más visitadas en toda la isla, y puedo confirmarlo, ya que son mucha la gente que se ve por aquí.


Un mar azul turquesa y con aguas cristalinas en un bello entorno podemos ver en esta pequeña bahía alargada y que en la tierra divide a estas dos calas, Salada y la más pequeña, Saladeta.


Avanzamos primero por la cala Salada, por la izquierda junto a las casetas de los pescadores y que nos muestra un bonito cuadro con dichas casetas, sus rampas y una verdina en el suelo con un color verde intenso y que con mucha precaución hay que pisar, ya que es fácil resbalar.



Allí en frente vemos la otra cala, más pequeña y a la que ahora visitaremos...


Separando a las dos calas una zona abrupta y que al ir para allá lo haremos por el sendero que se ha abierto entre las rocas (con algunos pasos delicados) si no se esta acostumbrado. Y el regreso lo haremos por el sendero que se haya entre la zona pinar con vistas acantiladas a ambas calas.


Allá vamos...



En la primera parte unas escaleras de madera nos dan paso para entrar en la parte más delicada... 


El camino sigue totalmente adosado a la misma roca, así que habrá que agarrarse bien y bajar con cuidado... 

 
Un poco de destrepe y a echar una mano a los que les cuesta bajar...


Y ya empezamos a ver la cala Saladeta...


Miramos hacia atrás para tener una perspectiva completa por el lugar que hemos pasado...



Y esta es, repleta de bañistas...


El regreso como ya dije lo haremos por el pinar que se encuentra justo al lado del acantilado, pudiendo disfrutar de unas excelentes vistas sobre esta alargada y estrecha bahía. 


Abandonamos la costa y nos vamos hacia el interior a Santa Agnés de Corona, en donde hemos visto un buen sitio para comer y muy recomendado.

23-Santa Agnés de Corona 


Un pueblo diminuto con las casas diseminadas por toda la zona en uno de los parajes que se mantienen en el tiempo de forma inalterada. 


Una carrterilla nos adentra por este pareja tranquilo y sosegado, solo nosotros y nadie más..


Tengo que hacer varias paradas por el camino, son muchos los los detalles que veo y mi cámara me dice que tengo que disparar...


Hace un día perfecto, soleado y con cielo azul...


Unas casitas al estilo ibicenco y con sus fachadas pintadas de una blanca cal que, contrasta con el verde del campo y el azul del cielo...tengo que parar.



Llegamos al pueblo, si esto se puede llamar pueblo, solo una iglesia, un par de casas junto a esta, y una carreterilla a mano izquierda que nos llevará al restaurante al que vamos...




Y aquí en donde parecía no haber nada ni nadie llegamos al restaurante "las Puertas del Cielo", lleno y al que había que hacer reserva. 


Pero hoy es nuestro día de suerte, vemos una mesa para dos personas en un lugar ideal, y el camarero nos dice que si, nos podemos sentar. Estupendo, que buen sitio.
A comer...

  

Junto a este, un acantilado en una zona abrupta y salvaje en esta zona del noroeste de la isla...


Nos asomamos aquí y allá, damos un paseo por la zona y decidimos ir a tomar café a Sant Antony de Portmany...



20-Sant Antony de Pormany


La población más turística de Ibiza y donde se concentra el mayor número de hoteles, apartamentos y todo aquello relacionado con el ocio y la masificación, todo justo de lo que nosotros huimos.


Aquí, después de tomar café, simplemente pasearemos por el paseo que hay en el mismo mar desde la  caló des Moros hasta el puerto deportivo y regresaremos.


Una parada en los bancos que hay justo en el paseo y para nuestro alojamiento...




Ruta y día 4: Eivissa, Santa Eularia des Riu,
 las Dalias (San Carles)  (del 24 al 26)


24-Eivissa


Eivissa, es la ciudad de Ibiza y la capital de la isla, uno de los lugares que obligatoriamente habrá que visitar si se viene a esta isla.



Declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1999 y con con una de las más relevantes ciudadelas fortificadas del Mediterráneo. Actualmente tiene unos 50.000 habitantes.


Esta ciudad ya fue fundada por los fenicios  en el siglo VII  A.C. Por aquí pasaron romanos, vándalos, bizantinos y árabes hasta que fue conquistada por La Corona de Aragón en 1235, en tiempos de Jaime I el conquistador.


Dalt Vila situado en lo alto de una colina que domina la ciudad, es el lugar más importante  y coqueto para visitar en la ciudad.


Aquí encontramos una espectacular ciudadela fortificada como hay pocas en el Mediterráneo . Una maravilla que fue completada en el siglo XVI en tiempos de  Felipe II.


Aunque la ciudadela dispone de cinco accesos hay que entrar por la puerta más bella, Portal de Ses Portes, custodiado por sendas estatuas romanas y por el escudo Real.
De este modo se accede a la parte baja de Dalt Vila. 


Una vez dentro del recinto amurallado, toca perderse por sus callejuelas, subir y bajar, bajar y subir por sus empinados callejones empedrados, deleitándonos con sus palacetes, con sus iglesias, con sus viviendas encaladas...


Los baluartes de Dalt Villa. Son siete los baluartes existentes, merece la pena recorrerlos todos, no solo por su espectacularidad, sino por sus fantásticas vistas desde distintos puntos del mismo y con vistas panorámicas de toda la ciudad y del puerto.


Todo este espacio fortificado es del siglo XVI.
Quizás el más interesante de todos es el baluarte de Santa Lucía, pero en cualquier caso todos tienes unas vistas espectaculares.


La Catedral de Santa María de las Nieves. Es un templo del siglo XIII de estilo gótico catalán que ha sido remodelado en varias ocasiones hasta darle el aspecto actual, añadiendo a este, estilos renacentistas, , neoclásico y barroco. Es lunes y estaba cerrado, así que no pudimos entrar.


Ahora toca deambular por sus callejones, disfrutando de sus muchos rincones...de aquí para allá, sin un rumbo fijo.

  


De vez en cuando nuestro caminar nos lleva a uno de los muchos  miradores de la ciudad, y de nuevo nos perdemos por sus callejas con sus rincones jalonados de viviendas encaladas...


Calles empinadas formando un verdadero laberinto, curiosas tiendas en donde se venden todo tipo de artilugios, y ropas ibicencas que hacen juego con el color de su isla al más estilo hippie de la época. 


Y de nuevo aquí, asomándonos a esta balconada, y viendo de frente un mar azul turquesa y algunos islotes dispersos por la zona.




Bajamos hacia el barrio de la Marina y el barrio de Sa Penya


A los pies de Dalt Vila vemos los dos barrios más interesantes de la capital de Ibiza, uno La Marina, el antiguo barrio de pescadores repleto de bares y restaurante en los que se puede comer un buen pescado...el buen olor nos atrae hacia ellos. 


Y el otro, el barrio de Sa Penya, en donde muchas de las casas, algunas de ellas tiendas, están pintadas de diversos colores.


Ahora toca de nuevo perdernos por sus callejas subiendo y bajando y disfrutar de sus muchos bellos rincones.













Y de este modo damos por finalizada nuestra visita a esta bella ciudad.


26-Las Dalias (San Carles)


Las Dalias es un mercadillo con muchos años de antigüedad,  por lo que se nota la huella que han dejado los hippies, un ambiente que flota en todo el mercadillo.


San Carlos fue la cuna de los hippies que llegaron en la década de 1960 y poco después se organizó este mercadillo que aún evoca la esencia hippie de la época.



Las Dalias se encuentra en un entorno rural, y a lo largo de todo el recorrido, encontramos árboles y espacios muy abiertos, lo que da una sensación de amplitud en todo el mercadillo.


Aquí podemos encontrar multitud de prendas de todo tipo y con un cierto aire hippie, recordando siempre aquella época pasada de amor libre, sexo, drogas... 


Son muchos los tenderetes que hay repartidos por toda la zona, e incluso tenemos un parking muy extenso para aparcar (4 €).


Calculo que en total tienen que ser en torno a 70 u 80 tenderetes, con una gran diversidad de objetos. Además con un bar y restaurante para comer o simplemente para tomar unas cervezas.




25-Santa Eularia des Riu


Como ya comenté al principio de este reportaje, esta localidad fue el lugar de nuestro alojamiento y, sin lugar a dudas acertamos en todo y por todo y ahora veremos el por qué.
 

Como curiosidad,
el único río que se encuentra en todas las islas Baleares se encuentra aquí, de ahí el nombre "Des Riu" y que históricamente sus aguas se utilizaron para el regadío de los huertos de la zona y para accionar los molinos harineros concentrados en la base del Puig de la Misa.


Además del paseo marítimo tiene otros tantos agradables como por ejemplo el que se encuentra en torno a su ayuntamiento, repleto de bares y restaurantes, y justo aquí estaba nuestro alojamiento. Un sitio perfecto.


Pero, sin lugar a dudas, la joya monumental del pueblo  es el conjunto arquitectónico que corona el Puig de Misa, donde destaca la icónica iglesia fortificada del siglo XVI, una de las más sobresalientes de Ibiza y Formentera.


  

Resulta imprescindible subir hasta aquí para admirar su rústica elegancia exterior así como su altar mayor de estilo barroco que se conserva en el interior procedente de la iglesia de San Millán en Segovia.



En las calles vecinas a la iglesia podemos callejear y descubrir verdaderos rincones con belleza. 
Fachadas impolutas de un color blanco intenso, como la cal siempre hace.

  

Además, a esta hora de la tarde el sol impacta ante nosotros, dándonos juego para distraernos un rato con las sombras a la vez  que paseamos.




Bajamos y subimos por las cuestas adyacentes a la iglesia...


Y nos asomamos a sus balconadas para disfrutar de las vistas...



Es hora de bajar con dirección al paseo marítimo...


Y aquí ver como la tarde está cayendo y dándole paso a la noche...


Y aquí termina nuestra escapada de cinco días, una isla maravillosa, de la que hemos disfrutado mucho de ella. ¡Una costa para enmarcar!