domingo, 8 de enero de 2012

Tetouan y Ceuta ( Diciembre/11)




Hacia tiempo que me rondaba la idea de  hacer una escapada a Marruecos. Ya había estado en otras ocasiones, pero siempre se me escapó Tetouan. Atravesar por la frontera ceutí, me atraía. Había visto algunos reportajes sobre esa zona y me tentaba la curiosidad de vivirlo: su colorido, su gente, su control fronterizo, toda una aventurilla. 
Así que planteamos una escapada de tres días. Una noche en Tetouan y otra en Ceuta (vi que tenía más de lo que la gente piensa).



Sacamos billetes de ferry para el día 31-12-11 a las 8 de la mañana y vuelta el 2-1-12 a las 15,30. Pasaríamos allí el fin de año. Así que madrugamos bastante, y salimos de Sevilla a las 4,30 de la mañana.


Ya en el barco, entablamos conversación con Malina, una marroquí de Tetouan y que trabajaba en Madrid.
Con ella hablamos sobre el paso fronterizo de Ceuta, y el como llegar hasta Tetouan.
Acordamos compartir el taxi los tres, desde el puerto hasta la frontera (8 km).
10 euros nos cobró el taxista, con taxímetro al estilo español, estamos en Ceuta. Aunque varios marroquíes se acercaron a nosotros para llevarnos en furgoneta, pero de momento eso lo descartamos. Debo de decir que el precio normal hubiera sido 6 euros, pero llevaba muchísimo equipaje, y se pagó como suplemento.   


Una vez en la frontera, el gentío de marroquíes no dejaba de ir de un lado hacia otro, mientras, muchos aguardaban en el paso fronterizo. Debo reconocerlo, me encantan estas estampas.
La policía española y marroquí requisa mucha mercancía que de forma ilegal se intenta pasar, para venderla en ambos lados de la frontera, sobre todo ropa.
Aunque nosotros la pasamos sin ningún tipo de problemas, de hecho ni tan siquiera tuvimos que abrir las maletas. En la frontera hay que rellenar unos papeles y dejar constancia de la entrada al país, y por supuesto el correspondiente sellado del pasaporte.


Entre ambos extremos de la frontera española-marroquí que dista unos 100 metros de longitud, el paso obligado es a traves de un pasillo vallado y cercado por el que obligatoriamente hay que circular.


Ya en Marruecos, Malina llamó a su hermano por teléfono, que era taxista, y que vino desde Tetouan a recogernos. Era tal cantidad de equipaje el que llevaba Malina, que ni tan siquiera cabía en el porta equipaje. Tuvimos que sacar una gran rueda de repuesto del coche, y Malina la llevó entre sus piernas. La puerta del taxi la pudimos cerrar después de muchas maniobras. Me encanta, esto es Marruecos y esto es habitual.



Desde la frontera hasta Tetouan hay unos 50 km. Una vez en nuestro destino, Rosa y yo pagamos 4 euros en total. dos cada uno. Vaya chollo, para un trayecto en taxi de 50 km.
Francamente tuvimos mucha suerte en contactar con Malina, una excelente marroquí.
Además, nos dejó a escasos metros de donde teníamos el hotel, casi en la entrada de la Medina.
Bueno, tenemos todo el día para visitr Tetouan, pero antes vamos a desayunar en una de las terrazas que hay en la plaza de Hassan II. Dos desayunos completos solo por 240 dirhan (2 €).
Son las 10,30 horas, empezamos a callejear por esta bella ciudad.



Tetouan, conocida popularmente como "La paloma Blanca", "La hija de Granada" o "Pequeña Jerusalen". Tetouan significa "Los ojos" o "Las fuentes" y su Medina fue declarada como Patrimonio de la humanidad  por la Unesco en 1997.


Para acceder a la Medina, lo podemos hacer por una de sus siete puertas. Cada una de ella nos llevará a unn bullicio permanente de gentío, tenderetes y vendedores ambulantes.



Dentro de la Medina podemos visitar la Gran Mezquita del Ayun, el Mellah, el barrio judío, el barrio andalucí, y otras tantas mezquitas salpicadas por muchas callejuelas de la Medina.


Y por supuesto disfrutar de los muchos zocos existentes, sobre todo el zoco del Houts.


A nuestro paso, salen de forma insistente nuestros guías improvisados, que intentan enseñarnos parte de la Medina recibiendo a cambio algunos dirhanes.
Lo mejor es, si no lo queremos, ignorarlos, y si insisten, ponernos serio y con todo el respecto y educación decirle que queremos vistarlo solos, sin guías.


Perderse por las laberínticas callejuelas de la Medina es una gozada. En cada rincón, en cada esquina, cada tenderte, cada callejuela tiene su encanto: sus colores, su gente .......

























Son las 14,30, vaya lote de callejuelas, de gente y de tanto bullicio. Necesitamos descansar un poco y echarle algo de comer a nuestro cuerpo.
Vimos un hermoso cartel indicándonos un restaurante. Pues allá vamos.
Era un Palacio Riad, con una decoración exquisita.
Dos menús completo con zumos naturales, primer plato, segundo plato, postre, té y pastas (200 Dirhan).
Riquísimo ......... 





Nos dirigimos ahora a la zona norte, nada turistica. Los zocos son mucho mas tradicionales: de los sastres, de los carpinteros, de los curtidores.
Salimos por una de sus puertas y nos dirigimos hacia el cementerio, y junto a él, el lugar donde se tinta las pieles.






Junto al cementerio, y detras de la muralla, ya dentro de la Medina. Vemos varias personas trabajando  allí, cada uno con su tarea: unos cepillan la piel, otros lo limpian, otros lo tintan. Un fuerte olor nausebundo se desprende a nuestro paso. Hay que pisar con cuidado para  no resbalar y hundirse en esa especie de lodo.







Volvemos de nuevo a la parte central de la Medina, para seguir emborrachádonos de tanto bullicio de gente.








La tarde empieza a caer, y el ambiente sigue en las callejuelas de la Medina. Rosa empieza a estar mareada de tanta gente y de tanto bullicio. Así que decidimos ir un poco al hotel que habiamos reservado. Por cierto un bellísimo Riad de nombre "El Reducto", con una elegante decoración. Estaba regentada por Rut, una canaria afincada desde hace años en Tetouan y Mousa, su esposo.
Aprovechamos para preguntarle con la posibilidad de cenar esa noche en el hotel, a lo que ella nos contestó, que esa noche había cotillón de fin de año, y que si queríamos estabámos invitado para tomar las uvas y unas copas. Perfecto aceptamos tal petición.



Tras descansar un poco, salimos a cenar a la zona nueva de Tetouan, conocida como el ensanche español (Recordamos que fue un protectorado español de principios de siglo).
Aprovechamos para entrar en la Casa de España, y pasear por toda la zona comercial. Sigue habiendo miles de personas por la calle, y muchísimo ambiente de mercadillo.
Cenamos, y sobre las 23 horas nos dirigimos al hotel con la idea de algo de fiesta.




Efectivamente, según llegamos, Ruth nos había reservado una mesa, con muestras uvas correspondiente.
Habían dos grupos de cantarines y bailarines marroquíes. con lo que la noche estaba asegurada con un buen ambiente.

Con unas copas de vino y algo de aperitivo, pudimos disfrutar de una excelente velada, y como no pudo ser de otra forma con nuestros bailes incluidos.


Faltando unos diez minutos para las 12 de la noche, Ruth nos comenta que como ella es canaria (una hora menos) y estamos en Marruecos (también una hora menos) la uvas las tomaremos con hora local y canaria. Por lo que tenemos todavía una hora más de baile y disfrute.



Ya por la mañana, quedamos para desayunar sobre las 9. Así fue, con un excelente y grandioso desayuno nos despedimos en el hotel, pero antes nos habían localizado un taxi que nos llevaría hasta Ceuta (150 dirhan los dos, unos 14 euros)





Con dirección a Ceuta, aprovechamos para hablar con el taxista que se defendía bien con un castellano fluido. Y aprovechamos para preguntar por algunas curiosidades del país y sobre la gente de las distintas zonas de Marruecos, religión etc.....



Ya en Ceuta, un taxi nos llevó ( 6 € los dos) desde la frontera hasta la pensión que habíamos reservado en pleno centro, y aquí empezamos a contactar con esta hermosa y peculiar ciudad.
Siempre había tenido curiosidad por conocerla, porque había mucho más que las simples tiendas.


Ceuta con sus 21 kms de costa sobresale como la punta de una lanza en territorio africano.
Crisol de culturas, Ceuta tiene un rico bagaje histórico y cultural.




Su población es rica en religiones. De hecho conviven en una perfecta armonía los católicos, judíos, musulmanes e hindúes


La catedral (Levantada sobre una antigua mezquita, en el siglo XVIII)   y la iglesia de San Francisco (1723)


Mezquita de Sidi Embarek.
Lugar de rezo de los musulmanes  ceutíes,   y   conserva un antiguo morabito, posiblemente del siglo XVIII



Otra mezquita en el barrio musulman, bajo el fortaleza del Hacho


Sinagoga de Bet El
Construida en los años 70. Destaca sobre todo su interior con cristaleras de vivos colores.


Templo hindú de Ceuta, asentada en los años 50 del siglo pasado, y con medio millar de miembros. Sigue el estilo arquitectónico hindú.



El Gran Casino de Ceuta, ubicado cerca de la zona portuaria. 



La fortaleza del Hacho, ciudadela levantada a principios del siglo XII.


Ceuta visto desde la playa de San Amaro, bajo la fortaleza del Hacho.


Playa de la Ribera, junto a la Catedral y el Foso.


Conjunto Monumental de las Murallas Reales.
El conjunto lo forma el foso Real con su escarpa y contra-escarpa y actualmente dos líneas de fortificaciones.


 Escultura a la artillería de Ceuta, representa a un artillero disparando su cañón
y conmemora el tercer centenario de la creación del regimiento mixto de artillería.










La casa de los Dragones, comenzó a construirse a finale del siglo XIX.



Monumento a la Semana santa ceutí. Realizada en bronce, simboliza la entrega del testigo a la juventud.


Arco, con escultura de Papa Noé en la plaza de San Francisco.



Escultura de Pedro de Meneses, primer gobernador de la ciudad. Representa Don Pedro de Meneses, sentado en un banco del Paseo, con un niño en sus rodillas y un bastón en su mano "aleo", la vara de mando del Gobieno de Ceuta.


Monumento de Hercules. Esta inmensa escultura de bronce simboliza la separación y unión de los dos continentes: Europa y África. 

Monumento a la costitución española.


Desde  la playa de la Ribera (junto a las murallas reales y catedral) seguimos avanzando por el paseo, que poco a poco nos llevará hasta el mirador de la Batería del Pintor. Seguimos direccion a la fortaleza del Hacho y nos adentramos en el barrio Musulman.



Cayendo la tarde, buscamos algún sitio para cenar (es día 1 enero y casi todo está cerrado).

Ya al día siguiente continuamos visitando aquellos lugares que se nos quedaron pendiente, y aprovechamos para realizar algunas compras por la zona comercial.


Ya a las 15,30 cogimos el ferry que nos llevaría hacia Algeciras. Una hora y cuarto de travesía, y carretera a Sevilla. Llegaríamos sobre las 20 horas, 

...... Hasta la próxima, que seguro que será en algún viaje por nuestro mundo.......


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay una errata que puede llevar a confusiones: el desayuno por 2€ tuvo que costaros 2'40 dirhams, no 240! Sé que llego un poco tarde y acabo de descubrir el blog pero era solo por avisar

Fulvio Rivero dijo...

Muy lindo relato del viaje! quisiera hacerte una consulta. Líneas de buses para ir desde Ceuta a Tetuán, hay?

Saludos,

Fulvio

Antonio Bueno dijo...

Según mi información tendrás que negociar el precio con algún taxi hasta tetuan.
Saludos