martes, 10 de enero de 2017

Travesía por el Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes, subida al Convento y al Almorchón (Málaga) Enero/17





Empezamos este año 2017, y como no puede ser de otra forma, empezamos con buen pie, subiendo montañas. Diecisiete (17) parece que estamos abonados a este número en el 2017. Es la tercera ruta que hacemos este año y con el mismo número de participantes, y también en esta travesía  nos damos cita 17 compañeros del grupo de montaña.



En esta ocasión, y con una excelente propuesta de nuestro compañero Paco, nos vamos hacia la provincia de Málaga, concretamente al Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes (reconocido mejor en otros lares del mundo como Caminito del Rey…Garganta del Chorro) y para ello nos situamos en el embalse del Conde del Guadalhorce, cerca de la localidad de Ardales, yendo directamente para aparcar nuestros coches en la misma puerta del “camping Ardales” (350 msnm) a orillas del mismo embalse.

Son las 10,30 pasada, la temperatura es ideal y el cielo totalmente despejado, garantía esta para disfrutar de las excelentes vistas de los alrededores. Allá vamos, en marcha…
Como ya había comentado nuestro compañero Paco, parte de la ruta será exploratoria y parte ya conocida (ver mapa), en cualquier caso tenemos por delante un total de 10 kilómetros, 650 metros de desnivel acumulado y unas cinco horas y media de marcha, aprovechando en dicha travesía para subir al pico Convento (619) y al Almorchón (663 msnm).


Salimos desde el mismo camping, dirigiéndonos hacia la carretera que tenemos al lado, y de frente vemos el senderillo por el que iniciamos la ruta.





Nos adentramos en un pinar, en el que avanzamos durante unos 10 minutos hasta llegar a la parte alta, viendo a nuestra derecha el embalse del que venimos.


Ahora sin sendero bien definido seguimos por nuestra izquierda bajo un frondoso pinar, buscando un sendero ya bien marcado que nos llevará directamente hasta la carretera, por la que avanzaremos unos 100 metros. 




Girando en la curva por un sendero que se abre a mano derecha.


A partir de aquí empezamos a disfrutar de  espectaculares formaciones geológicas tallada en la roca y de interesantes afloramientos.


En toda esta zona protegida como “Paraje Natural” se han contabilizado más de 20 cavidades de gran importancia geológica y arqueológica con importantes muestras de arte rupestre. 


Este desfiladero fue modelándose a lo largo de los siglos a partir de roca caliza, dolomías y otras formaciones rocosas del Jurásico y Mioceno.


Cuando avanzamos, y las observamos no dejamos de asombrarnos por tantas increíbles formaciones.


Según descendemos por el sendero llegamos a un pequeño arroyuelo, y  que una vez pasado, de nuevo desembocamos en un cruce de la carretera para llegar al “Punto de interés geológico” en donde un cartel nos da las explicaciones de todo el entorno.







Y a partir de aquí viene la parte más montañera, justamente la que sube por encima de la Ermita de Nuestra Señora de Villaverde y que nos dirige hacia el Peñón del Cristo.


Sin sendero bien definido, y siempre con dirección al collado que se encuentra junto al peñón, cada uno tira por donde puede. 




Los resbalones son continuos, y nuestra compañera Tina inmortalizó mediante esta imagen los “delicados” momentos que más de uno estaba pasando al marchar por esta pendiente. Algunos ya pensaban caer hasta la misma ermita.


Ya llegamos al Peñón del Cristo, imponente, y las vistas del desfiladero espectaculares. 



Aquí estuvimos algunos minutos de relax fotografiando y fotografiándonos teniendo de frente al monte Huma (1191 msnm), ya subido en otra ocasión, siendo la cumbre más alta de toda la zona.


Allá abajo podemos ver parte del Caminito del Rey, se trata de una pasarela peatonal de más de 3 kilómetros, adosada a la roca en el interior de un cañón, con tramos de una anchura de apenas 1 metro, colgando hasta 105 metros de altura sobre el río, en unas paredes verticales.




Empezamos a subir por la misma cuerda para seguir disfrutando de los imponentes tajos verticales, aunque llegó un momento en el que nos tuvimos que adentrar hasta un pequeño pinar, ya que el paso por los tajos era algo peligroso. 


Según avanzamos, no dejamos de mirar a nuestra derecha. Allí a lo lejos el monte Huma, y por debajo el desfiladero de los Gaitanes. Un cañón excavado por el río Guadalhorce que en los tramos más angostos, tan solo tiene 10 metros de anchura y alcanza más de 400 metros de altura.



Aprovechamos para hacer una pequeña parada y tomar algunos refrigerios, algunos optamos por asomarnos en las impactantes balconadas naturales que se ubican en la parte superior de los tajos. 


Y seguimos subiendo, de vez en cuando miramos hacia atrás, y no dejamos de maravillarnos de tan espectacular paisaje.





Siguiendo la senda ascendente y junto a las torretas eléctricas, ya vemos de frente al pico Convento. Hacia el nos dirigimos.


Estamos situados en la sierra del Almorchón (después regresaremos aquí para ir al mirador) y nos dirigimos a través de un cortafuego hacia el pico Convento, que con su peculiar perfil, es inconfundible. 


En solo 10-15 minutos llegamos a su cumbre. Desde lo alto del pico Convento, además de disfrutar de la vista de los embalses, podemos ver los pueblos de Teba y Campillos, el Torcal de Antequera y el valle de Abdalajis.


Tras la foto de grupo, retornamos por la misma senda de subida, y donde el viento dejó de soplar nos tomamos nuestros merecidos bocatas.


Una vez repuestos subimos por el cortafuego hasta el Almorchón. El repecho de subida y con los bocatas en el estómago, hizo que lo hiciéramos en plan tranquilo.


Llegado al pinar de su cumbre, (ahora seguimos de frente, después retornaremos hacia la derecha) nos asomamos al  mirador natural de la Sierra Pizarra, en donde podemos disfrutar de las vistas del embalse superior de la Encantada y desfiladero de los Gaitanes.



Una vez hecha la foto de grupo y disfrutar de las excelentes vista, retornamos hacia la parte más alta girando por el sendero hacia la izquierda, hasta llegar al mirador del embalse del Conde del Guadalhorce.


Allá abajo vemos parte del camping en donde hemos dejado los coches.


Bajo nuestros pies, algunos tajos nos dirigen la mirada hacia el embalse, está claro que por ahí no bajaremos. Buscamos alguna otra "buena" alternativa de bajada, y al fin la encontramos, con hitos ya marcados.


Bajamos por el conocido como “Los Camoriles”, formada por una serie de capas areniscas y conglomerados, y algunas rocas sedimentarias excavadas por la erosión. 


En algunos tramos hay que tener precaución, ya que el terreno tiene una fuerte pendiente y además resbaladizo.


En otros tramos, unas canaletas perfectamente trazadas, nos facilitan el paso, incluso con algunas huellas talladas en el suelo.


Una vez abajo, y ya en el mismo pinar por el que iniciamos la ruta llegamos a nuestros coches. Las agujas de nuestro reloj marcaban las cuatro de la tarde, con lo que, era la hora perfecta para tomar un café en el mismo bar del camping y de este modo dar por finalizada esta magnífica ruta.

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